25 años de presencia carmelita en Valle Oriente

BUENA NUEVA.- La Diócesis de Torreón ha contado con la presencia de sacerdotes carmelitas desde la creación de la ahora Catedral del Carmen (1920). Conforme ha pasado el tiempo, los sacerdotes religiosos han pisado tierras laguneras con motivo pastoral. Sin embargo, su presencia se ha mantenido fija desde hace 25 años, pues han estado a cargo de la Parroquia Transfiguración del Señor.
Con motivo de este aniversario, el señor obispo Luis Martín Barraza Beltrán, presidirá una Eucaristía de acción de gracias el 9 de febrero a las 13:00 horas. La comunidad está localizada al oriente de la ciudad de Torreón. Se creó debido al crecimiento poblacional de la ciudad y a las necesidades espirituales que esto conllevó, por lo que el entonces obispo don Luis Morales Reyes, decidió hacer de esta zona un lugar de oración.
Un poco de historia
La Parroquia Transfiguración del Señor inició su caminar en el año de 1986 bajo la guía pastoral de los religiosos claretianos, que tenían a su cargo la Parroquia Inmaculado Corazón de María en la Col. Torreón Jardín.
El 11 de febrero de 1986 se celebró la primera misa en la calle Barragán de la Col. Valle Oriente. El padre Fortino Mendoza, quien vino a esta Diócesis por invitación de don Luis Morales, fue el primero que celebró la santa misa. Luego le fue encomendada esta comunidad durante un tiempo. En ese entonces, el sector formaba parte de la Parroquia Ascensión del Señor, situada en la Col. División del Norte.
La primera Eucaristía que se celebró, motivó a los feligreses para estar cerca de la Iglesia, de esta manera se formó el primer grupo de catequesis. Luego, en 1987 don Luis Morales bendijo el terreno para la construcción del templo. Para 1988, la comunidad tenía un importante recorrido pastoral y empezaron grupos de reflexión matrimonial. Tambien se prepararon los primeros ministros de la Eucaristía, de la Palabra, y animadores de la Palabra de la comunidad.
Después de cuatro años el templo quedó concluido y el 16 de diciembre de 1992 fue bendecido, nombrándose con ello al sacerdote que estaría a su cargo, en la figura del Pbro. Salvador Gómez.
El trabajo pastoral inició reuniendo matrimonios, grupos de reflexión bíblica, comunidades eclesiales de base y la catequesis creció gracias a la importante afluencia de niños y jóvenes.
Después de un tiempo, el padre Salvador Gómez salió a Colombia por cursos de formación y el padre Rodolfo Reza se hizo cargo de la comunidad durante un tiempo, junto a las religiosas de la Pastoral Diocesana.
De esta forma la ahora Parroquia Transfiguración del Señor se desmembró de la Ascensión del Señor, quedando sus límites y atención pastoral de la siguiente manera:
Cristo Rey en el Ejido Nuevo Mieleras; Sagrado Corazón de Jesús en el Ejido Pacífico; Nuestra Señora de Guadalupe en el Ejido Arenales; Purísima Concepción en el Ejido La Perla; La Visitación de María en Rancho Alegre; Nuestra Señora de Guadalupe en el Ejido La Rosita; Nuestra Señora de Guadalupe en el Ejido El Águila; la Santísima Trinidad en el Ejido Flores Tapia.
Llegan los carmelitas
El 5 de febrero de 1995, en celebración eucarística con don Luis Morales Reyes, los carmelitas quedaron a cargo de la parroquia. El primer párroco carmelita fue John Hertel, quien tuvo como colaboradores a los sacerdotes Joel Moelter, Williams Smith y Thomas J. Jordan.
A la fecha, la parroquia sigue siendo apoyada por los sacerdotes carmelitas, quienes han trabajado en ampliar la infraestructura del templo. La evangelización, programas sociales y culturales, formación cristiana, entre otras cosas, son algunos de los trabajos que desarrollan y que han permitido que sea una parroquia llena de fe y compromiso cristiano.
La orden carmelita hoy
A partir del Concilio Vaticano II, los carmelitas han venido reflexionando hondamente sobre su propia identidad, sobre su carisma, sobre aquello que está a la base y constituye su proyecto de vida, a saber «vivir en obsequio de Jesucristo y servirlo fielmente con corazón puro y buena conciencia» (Regla). Han encontrado su obsequio a Cristo empeñándose en la búsqueda del rostro de Dios viviente (dimensión contemplativa), en la fraternidad y el servicio (diakonia) en medio del pueblo. Todo esto, ellos lo ven realizado en la vida del profeta Elías y de la Virgen María, los cuales han sido guiados por el Espíritu Santo. Mirando a Elías y a María los carmelitas se encuentran en una situación fácil para comprender, interiorizar, vivir y anunciar la verdad que hace al hombre libre.
Los carmelitas, conscientes de su pertenencia a la Iglesia y a la historia, viven en una fraternidad abierta a Dios y al hombre, capaces de escuchar y dar respuesta auténtica de vida evangélica en base a su propio carisma y se empeñan en la construcción del Reino de Dios dondequiera que se encuentren. De hecho, ellos están comprometidos con la evangelización en las casas de oración, en los centros de retiros espirituales, en las parroquias, en los santuarios marianos, en las escuelas y colegios, en las asociaciones religiosas; y con la justicia y paz en aquellos ambientes donde la dignidad humana todavía es pisoteada, entre los pobres, los marginados, los que sufren.
Actualmente, la Orden Carmelita (rama de religiosos) está formada por Provincias, Comisariados Generales, Delegaciones Generales, Comunidades de Ermitaños y una Comunidad Afiliada, con un total de 2,000 religiosos aproximadamente. Se encuentran en todos los continentes.
Fuente: Pbro. Javier Gómez.