Con la gente soy feliz: padre Toñito Ramírez

Celebrará 50 años de vida sacerdotal

BUENA NUEVA.- El próximo 2 de agosto, el padre Antonio Ramírez García dará gracias a Dios por 50 años de vida sacerdotal. Con 78 años de edad, el padre Toñito continúa sirviendo a la Diócesis como sacerdote emérito en la Parroquia San Pedro Apóstol de la Col. San Isidro de Torreón.

Nació en San Luis Potosí el 22 de noviembre de 1940, en el seno de una familia católica que acudía todos los domingos a misa en la Parroquia del Perpetuo Socorro de su ciudad natal.  Sus padres fueron Felipe Ramírez (+) y Ángela García (+) y tiene cinco hermanos.

En entrevista para BUENA NUEVA, el padre Ramírez García compartió que desde los cuatro años de edad, sentía empatía por el sacerdocio, pues «a esa edad jugaba a que yo era padrecito y bautizaba a las muñecas de una de mis hermanas. Luego de terminar según yo la misa, mi hermana y yo compartíamos los alimentos, galletitas o lo que tuviéramos. Así me acuerdo que yo desde chiquillo quería ser padrecito».

A los diez años de edad se enteró de que unas personas del rancho de uno de sus tíos iban a ir al Seminario, lo que lo motivó a acudir por cuenta propia y pedir su ingreso al rector. «Mi madre salió al mercado y yo me fui al Seminario. Al llegar, el rector me preguntó por mi madre y me pidió que la llamara. Entonces regresé a casa y le comenté a mi madre que el padre la quería ver. Fueron ella y uno de mis hermanos mayores, así decidí entrar al Seminario», recuerda.

Una vez ingresado, culminó sus estudios de educación básica y otros más que se requerían para el sacerdocio. Se aproximaba la fecha de creación de la Diócesis de Ciudad Valles cuando uno de los sacerdotes formadores lo envió a Saltillo, para revisar los informes de estudio, donde se especificaba los que había cursado como seminarista.

Al llegar a Saltillo lo recibió el padre Rodolfo Torres y conoció al entonces obispo Luis Guízar Barragán. En charlas con Mons. Fernando Romo Gutiérrez, primer obispo de Torreón, se decidió enviar al joven Antonio Ramírez a Torreón, con miras a que fuera ordenado sacerdote para la recién creada Diócesis de esta ciudad.

Previo a su ordenación, fue enviado a Montezuma, EE. UU., para que culminara sus estudios filosóficos.

Con diez años de creada la Diócesis de Torreón, el padre Toñito fue ordenado sacerdote el 2 de agosto de 1969 en la Parroquia de Cristo Rey.

Durante 26 años estuvo prestando sus servicios pastorales en la Parroquia San Pedro Apóstol, en el municipio de San Pedro de las Colonias. Primero como vicario y posteriormente como párroco.

Ahí, convivió con las comunidades ejidales de la zona, pues el municipio de San Pedro es extenso. En esta etapa, el padre Ramírez García mantuvo buena relación con las familias, quienes aún lo recuerdan con cariño.

En julio de 1995 el entonces segundo obispo de Torreón, don Luis Morales Reyes, designa a un nuevo equipo formador para el Seminario de esta ciudad, del cual él mismo sería rector. Nombró al padre Jacinto Rivera como vicerrector y al padre Antonio Ramírez como director espiritual, por un periodo de cinco años.

Más tarde, fue párroco de la Parroquia Nuestra Señora del Refugio en Matamoros, Coah., durante casi tres años.

Posteriormente fue removido a la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes en Torreón, lugar donde permaneció por 16 años. La comunidad lo cataloga como un sacerdote sencillo, amable y piadoso.

En todo momento apoyó la actividad pastoral de la parroquia, así como la organización para la evangelización.

En 2018, por mandato del padre obispo Luis Martín Barraza Beltrán, fue nombrado vicario adscrito para la Parroquia San Pedro Apóstol en Torreón, lugar donde ahora comparte su labor pastoral con el padre Miguel Ángel Cigarroa Del Bosque, párroco, y con el obispo emérito, don José Guadalupe Galván Galindo.

En cada una de las comunidades donde ha servido, se nota el aprecio de la gente hacia su persona y trabajo, ante ello, el padre Toñito agradece a los fieles el que, a lo largo de estos 50 años, lo hayan acompañado en su ministerio brindándole su amistad y confianza.

Sobre cómo festejará su aniversario, compartió que se celebrará una misa de acción de gracias a las 8:00 de la noche el día 2 de agosto en San Pedro Apóstol, Torreón.

«Más que folclor, banquete y esas cosas yo quiero estar con la gente, yo soy feliz con la gente, celebrando misas y conviviendo. Una de mis inquietudes es ir a San Pedro de las Colonias y convivir con las comunidades ejidales de esa comunidad, ojalá pueda concretar esas visitas», compartió.

En ese sentido, expuso que probablemente a finales de agosto o principios de septiembre, celebrará una misa de acción de gracias en San Pedro Apóstol de San Pedro de las Colonias, el día y hora aún están por definirse.

Manifestó que el ver a gente enferma, con problemas personales, familiares, entre otras necesidades, le ha dado fortaleza para seguir en el ministerio: «Ver a esta gente que a pesar de las circunstancias viene a misa y sigue al Señor fortalece mi fe, la gente es un ejemplo de amor a Dios. Gracias a todos ellos por su amistad y cariño», concluyó el sacerdote.