Día 1º del año 2021: 54ª Jornada Mundial de la Paz
AREÓPAGO
Por Jesús De la Torre T., Pbro.
Dice el Papa Francisco: «En el umbral del Año Nuevo, deseo presentar mi más respetuoso saludo a los Jefes de Estado y de Gobierno, a los responsables de las organizaciones internacionales, a los líderes espirituales y a los fieles de diversas religiones, y a los hombres y mujeres de buena voluntad». Esto lo dice el Papa en su mensaje para la 54ª Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el próximo primero de enero.
El Papa hace una conmemoración del Día de la Paz, en un contexto actual del que todos hablamos, unos con la boca suelta, apartándose de la moderación y equilibrio, para dedicarse a meter susto en la población, y muchos ciudadanos que no hacen caso a estos profetas de malos augurios. Sitúa el Papa el contexto mundial así: «El año 2020 se caracterizó por la gran crisis sanitaria de COVID-19, que se ha convertido en un fenómeno multisectorial y mundial, que agrava las crisis fuertemente interrelacionadas. Como la climática, alimentaria, económica y migratoria, y causa grandes sufrimientos y penurias» (Ídem, 1).
En la Diócesis de Torreón, desde 1969, año en el que el Papa Pablo VI tomó la iniciativa para tal celebración, aquí se le hizo eco con diversos eventos, pero en 1983, se le dio un impulso mayor cuando el obispo don Fernando Romo comenzó a celebrar tal evento para impulsar movimientos pastorales de paz, en la Parroquia Cristo Redentor del Hombre. Años después, don Luis Morales Reyes le dio al evento el calificativo de Acto Diocesano por la Paz; don Guadalupe Galván Galindo sostuvo la práctica pastoral, que hoy ha venido a menos, sin desaparecer del todo.
En su mensaje de paz, el Papa insiste en el contexto social cuando dice: «Pienso en primer lugar en los que han perdido a un familiar o a un ser querido, pero también en los que se han quedado sin trabajo. Recuerdo especialmente a los médicos, enfermeros, farmacéuticos, investigadores, voluntarios, capellanes y personal de los hospitales y centros de salud, que se han esforzado y siguen haciéndolo, con gran dedicación y sacrificio, hasta el punto de que algunos de ellos han fallecido procurando estar cerca de los enfermos, aliviar su sufrimiento o salvar su vidas» (Ídem, 1).
El corazón del citado mensaje papal tiene como tema: «La cultura del cuidado como camino de paz». En pocas palabras, el Papa quiere que no perdamos detalles para conseguir la paz, que son como tareas caseras, donde un buen cuidado logra que todo esté en orden.