El fin de la Fase 3 y el principio de un mundo nuevo
COLUMNA VERTEBRAL
Por: Juan Ceballos Azpe
BUENA NUEVA.- A partir del martes pasado entramos oficialmente en la Fase 3 de la pandemia de COVID-19 –que se caracteriza por ser una etapa de epidemia nacional, con la presencia de brotes regionales y dispersión por todo el país del virus– y se pone en marcha el protocolo sanitario más drástico como cuarentena en forma generalizada. En los centros de trabajo se suspende cualquier tipo de actividad donde surja un brote activo y se intensifican las medidas de la Fase 2, como proteger y cuidar a adultos mayores y grupos de más riesgo; extender la suspensión de clases; no celebrar ningún evento masivo, festejo o reunión; mantener paralizadas actividades laborales que involucren movilizar a personas e intensificar las medidas básicas de prevención, aunque de hecho, estas medidas ya estaban vigentes en La Laguna desde hace 2 o 3 semanas.
Lo importante es no relajar la disciplina; por el contrario: seguir con más rigor el «quédate en casa», ahuyentar el pánico, no hacer caso de fake news ni de teorías conspiratorias y mantener, en lo posible, el ánimo en alto, para lo que comparto con ustedes esta reflexión que circula en redes: Sé amable siempre. Ser una persona positiva no significa que se tenga que estar feliz todo el tiempo; significa que sabes que vendrán tiempos mejores y mantendrás tu trabajo constante y firme e intacta tu determinación. El hombre nace blando, flexible. A su muerte está endurecido y rígido. Las plantas verdes son tiernas y llenas de savia. A su muerte están marchitas y secas. Por eso, lo rígido y no flexible es la disciplina de la muerte. Ser dócil y ceder es la disciplina de la vida. Por eso, un ejército sin flexibilidad nunca gana la batalla. Un árbol que no se inclina se quiebra fácilmente; lo rígido y endurecido caerá, lo blando y flexible sobrevivirá (cfr. Lao Tsé).
De ahí que en cada uno de nosotros está transformar el angustiante panorama de la incertidumbre y el miedo al mañana, por el reconfortante horizonte de la certeza de que nos espera un radiante amanecer, en el que la humanidad se renueve con el reencuentro de los valores que se habían perdido y el regreso al amor por la naturaleza, COLUMNA VERTEBRAL que deberá sostener el final de la Fase 3 y el principio de un mundo nuevo… Se vale soñar, pues los sueños suelen convertirse en realidad. Ojalá que este sea uno de ellos, si Dios quiere.