Gracias, pandemia, por esta oportunidad de reencontrarnos

Por: Pbro. Juan Carlos Espinoza Gutiérrez.

BUENA NUEVA.- Meses, tal vez años, sin tomar la pluma para plasmar ese cúmulo de inquietudes e ideas que acechan mi mente. Como sociedad estamos viviendo este tiempo difícil de salud, situación que nos ha llevado a la reclusión como individuos o familias, en las cuales se ha vuelto a la práctica de ejercicios que se han abandonado con el tiempo y con el trajín incontrolable de la vida moderna: el vernos más seguido, comer juntos, platicar de manera personal, etc.

Quiero traer a la memoria lo sucedido en días pasados en la Plaza de San Pedro, la cual lucía absolutamente vacía y regada por la lluvia emanada de los altos cielos, mientras aparece una figura vestida de blanco que como el Buen Pastor va a atender el grito de las ovejas necesitadas de la presencia y del amor de Dios. Ante esta sensación de desconcierto, temor y temblor, acercándose a aquella imponente imagen de nuestro Señor crucificado y con la intercesión de la Madre de todos, le presenta una súplica por todas sus ovejas que le han sido confiadas a su cuidado. Jesús se hizo presente y de qué manera tan más exquisita y real, como los es en el Santísimo Sacramento, donde desde el silencio y la lejanía fue capaz de transmitirnos sentimientos de paz, de dulzura y de fe, momentos en los que, congregados en torno al Maestro, nos sentimos acogidos, abrazados y protegidos en los hombros del Buen Pastor que da la vida por sus ovejas. Gracias, Papa Pancho por interceder por nosotros tus hijos en la fe.

Ya en cada una de nuestras casas, de manera personal, cuántas cosas hemos tenido la oportunidad de hacer: retomar aquel libro que dejamos a medias, tenemos oportunidad para la oración o para encontrar aquel objeto que ni si quiera recordábamos que existía. Cuántas veces hemos escuchado que necesitamos parar un momento… todo, todo necesita un descanso. Bendita pandemia ante la cual el universo nos «obligó» a parar un poco, calles vacías, comercios cerrados, familias reunidas. Aprovechemos para recuperar tantas cosas que hemos dejado en el olvido, que vuelvan a ser hábito en nuestra vida; gracias, pandemia, por esta oportunidad de reencontrarnos.