Grupo Juvenil de Jesús de Nazareth agradece a Dios un año de bendiciones

BUENA NUEVA.- Hace un año se formó un grupo de jóvenes en la Parroquia Jesús de Nazareth, ubicada en la Col. Alamedas, con el apoyo del párroco Gerardo Franco Zapata. El objetivo fue apoyar y armar a los chicos a que conozcan a Dios Padre, así como las actividades pastorales que impulsa la Iglesia en favor de este grupo de la población. 

El grupo de jóvenes dio gracias a Dios en la semana que recién concluyó y se comprometieron a seguir trabajando de la mano de su párroco. 

A lo largo de un año, los jóvenes han participado en diversas actividades encaminadas al estudio de la Palabra de Dios, así como de apoyo en programas sociales. Con motivo de su aniversario, algunos jóvenes compartieron su experiencia al periódico BUENA BUENA.

Rosalinda Urban – 13 años

Ha sido una de las más maravillosas experiencias que nunca olvidaré, en donde conocí a verdaderos amigos y en donde pasamos tiempo no como un grupo si no como un espacio de convivencia, como una comunidad.

Estamos cumpliendo un año y me ha dejado mucho aprendizaje que me es vital para mi vida diaria: He aprendido más sobre Dios, sobre la iglesia, sobre el trabajar en equipo y que el amor a Dios es lo más importante en la vida.

Enrique Frayre – 28 años

Estuve alejado de la Iglesia por bastante tiempo, por decepción y la manera de comportarse de los muchos jóvenes, ahora que volví iba con incertidumbre al pensar que iba ser lo mismo, pero no fue así, al ver jóvenes de menor edad que yo pensé va haber diferencia de opiniones, pero no fue así, he ido aprendiendo de los más jóvenes y ellos también, hubo una comunidad como tal donde todos somos iguales, siguiendo el camino de Cristo no hay distinción. 

Miguel Ángel Sifuentes – 16 años

Al principio, durante los primeros 2 meses, no me sentía cómodo en el grupo, de hecho pensaba salirme y dejarlo como una experiencia; no planeaba quedarme mucho tiempo, más no tomé en cuenta el efecto que producirían en mí estando a su lado. Las diversas actividades que hemos realizado en conjunto me han dado un nuevo sentido de vida, un nuevo rumbo, y de hecho, lo que siempre me ha agradado es lo accesibles y buena onda que son. Todos tenemos opiniones distintas y no juzgamos a los demás; por ejemplo:

Cuando les dije que era ateo, no se molestaron ni mucho menos me «amenazaron», al contrario, entendieron mis razones y me ayudaron en mi conversión. Me agrada que seamos así, da una buena imagen del grupo.

No lo sé, hace tiempo que no me sentía tan bien en una comunidad, el proyecto se veía dudoso y no esperábamos mucho de él. Sin embargo, conforme pasó el tiempo, las cosas fueron mejorando y mi autoestima también. Es como si, después de vivir 5 años bajo la sombra de la oscuridad de la ignorancia, una luz se alzara sobre mi cabeza y me diera una segunda oportunidad.

Me siento muy agradecido al ser miembro de una comunidad parroquial, y me siento halagado sabiendo que soy un ejemplo de perseverancia y de responsabilidad. Aún me cuesta trabajo entender cómo funcionan las cosas y me es difícil lidiar con mi pasado, tiendo a rebajarme al nivel de una persona de mente cerrada y no dejo que Dios entre a mi corazón… «trabajo en ello»…

Me encuentro en una nueva etapa de mi vida y me gustaría quedarme hasta convertirme en ejemplo para todos; sólo quiero aportar mi conocimiento y mi esfuerzo para mantenernos en pie y continuar con el legado del padre Gerardo.