Hermana Margarita, feliz y con fuerza para seguir trabajando con los enfermos

Celebró 50 años de vida religiosa

BUENA NUEVA.- La mayor de 15 hermanos, la religiosa Margarita Acosta Ávila, de la Congregación Hermanas Josefinas, decidió entregar su vida a Dios. A los 18 años siguió el camino de la santidad al decidir entrar a una congregación donde su principal apostolado es el cuidado del enfermo. 

El pasado domingo 19 de enero, la religiosa cumplió 50 años de vida consagrada, camino que ha estado marcado por grandes retos y compromisos. Nacida en Laguna Grande, Zac., el 10 de enero de 1949, la hermana Margarita recalcó para este medio de comunicación que se encuentra feliz y con fuerza para seguir con su vocación. 

El llamado lo sintió estando en la escuela primaria, cuando un grupo de religiosas josefinas acudieron a dar una charla sobre las vocaciones. Al cumplir los 18 años, la hermana Margarita pidió ser aceptada a la congregación, obteniendo una respuesta favorable por parte de la superiora de ese tiempo.  

Enfermera de profesión y con 50 años de vida consagrada, ha recorrido varios lugares de la República Mexicana, como Querétaro, Tepic, Nayarit, Monterrey, Morelia y Torreón, atendiendo a enfermos de nosocomios donde se resguardan adultos mayores y personas con problemas mentales.

«Estoy agradecida con Dios, con mi familia y mi congregación. Llego a estos 50 años feliz y con fuerza para seguir trabajando por la comunidad», compartió la entrevistada.

La hermana Acosta Ávila conoce bien las tierras laguneras, pues en la década de los 90, llegó para atender la Casa de la Madre Lola, institución que atendía enfermos mentales. Posteriormente regresó para prestar sus servicios en el Sanatorio Español. Actualmente es superiora en esa congregación en Torreón.

Que no abandonen a sus enfermos

La religiosa exhortó a los ciudadanos a que no abandonen a sus enfermos, como ocurre a veces que al presentar una persona problemas de salud, su familia se aleja. «Muchos de sus familiares no les hacen caso y los abandonan. Igual pasa con los adultos mayores. En Querétaro vi mucho eso. Se desentienden de sus enfermos», apuntó la entrevistada.

El próximo 11 de febrero se celebrará la Jornada Mundial del Enfermo, por lo que la hermana Margarita dijo que será una oportunidad para seguir impulsando el cuidado del enfermo en el ámbito espiritual e integral.

La falta de vocaciones, un reto

Pese a que actualmente se vive una falta de vocaciones a nivel mundial, la religiosa señaló que el laicado ha tomado conciencia de ello y en apoyo a las religiosas, deciden formarse cristianamente para apoyar en las diversas necesidades. Por ejemplo, las hermanas josefinas de la ciudad de Torreón imparten diplomados en Tanatología y otras ramas del sector salud, a fin de atender las demandas médicas del hospital.

«Cada vez hay más enfermos y cada vez somos menos religiosas en este apostolado. Gracias a Dios y a su eterna misericordia, muchos laicos se han interesado en los diplomados que ofrecemos como congregación, lo que nos ha ayudado a salir adelante con nuestro trabajo», explica.

Referente a las vocaciones, expuso que trabajan y apoyan la labor del equipo de vocaciones de la Diócesis de Torreón, por lo que a finales del año pasado acudieron a cada uno de los festivales vocacionales que se organizaron. 

«Invito a las jovencitas a que hagan silencio para que así escuchen la voz de Dios. Ahorita hay mucho ruido, distracción. Son muchos los inconvenientes porque ahorita a la gente no le interesa la vida religiosa. Un distractor fuerte son las redes sociales, el mal uso del internet, la desintegración de los matrimonios y de las mismas familias. Nos ponemos en las manos de Dios para que la juventud conozca a nuestro Señor y se dejen enamorar de Él», apuntó.

Hermanas josefinas

La Congregación de las Madres Josefinas fue fundada en México en 1872 por el padre catalán José María Vilaseca y por la religiosa Cesarea Ruiz de Esparza y Dávalos.

En total son cinco hermanas josefinas las que tienen presencia en la Diócesis de Torreón y continúan trabajando en el Sanatorio Español. Laboran de lunes a domingo y están disponibles las 24 horas para atender a los enfermos. Su hogar es el propio hospital, pues en el tercer piso del nosocomio se habilitó un espacio para ellas. Ahí mismo, cuentan con aparatos médicos para dos religiosas que ya tienen edad avanzada.

La hermana menor del grupo de religiosas tiene 60 años, mientras que la hermana mayor tiene 90. En los últimos diez años han tenido cinco vocaciones permanentes.  

Dato: La hermana Margarita agradeció a los laicos que la han acompañado a lo largo de estos 50 años. La santa misa de acción de gracias por su vocación se celebró a las 13:00 horas en una casa de formación de la propia congregación religiosa, en Ciudad Lerdo, Dgo. Fue presidida por Mons. Luis Martín Barraza Beltrán.