Los apagones de la criminal ineficiencia

COLUMNA VERTEBRAL

Por Juan Ceballos Azpe

Hace 20 años, en este mismo espacio que se publicaba en el semanario diocesano BUENA NUEVA, comentamos los «trastornos, indignación, caos y pérdidas estimadas en 5 millones de dólares, saldo que dejaron varios apagones en el DF y el Valle de México, debido a una falla técnica en la subestación de la termoeléctrica». Pero la semana pasada no fue nada más en ese sector, sino en varios estados de la República, los cuales sufrieron pérdidas millonarias por los cortes de energía. Y al igual que hace 20 años, la mal llamada «empresa de calidad mundial» rechazó ser la responsable, ya que, en el caso actual, le echó la culpa a la ola de frío que azotó a EE. UU., por la que el gobernador de Texas ordenó dejar de vender gas a México para satisfacer la demanda interna, cuando la causa real es la falta de previsión y la mal entendida austeridad esgrimida por la 4T.

Lo cierto es que el gobierno decidió no contratar el seguro de cobertura este 2021, con el que pagaría un máximo de 5 dólares el millón de BTU de gas que hasta el año pasado costaba entre 3 y 4 dólares, pero que hoy está entre 180 y 200 dólares, es decir un aumento del 5 mil por ciento, o 50 veces más. Y al igual que hace 20 años, hoy sigue siendo paradójico que mientras aumentan las tarifas de la energía eléctrica, la calidad del servicio es totalmente opuesta a los incrementos del precio. La falta de un adecuado mantenimiento y la insuficiencia en los trabajos de reparación e instalación de las líneas conductoras y del sistema eléctrico en general, causan graves estragos difíciles de cuantificar, por la falta de control y seguimiento en el recuento de daños por parte de la misma Comisión y de la Profeco. 

Por décadas, muchos funcionarios y líderes sindicales se enriquecieron bajo el manto de la corrupción, cuya COLUMNA VERTEBRAL es la impunidad. Pero no se debe olvidar que la ineficiencia también es corrupción. Los mexicanos pagamos las consecuencias de tener al frente de la mayoría de las dependencias federales a gente sin capacidad, experiencia ni preparación, cuyo único mérito es la total sumisión y obediencia al presidente. De ahí la necesidad de insistir en el despertar de la ciudadanía para comprometerse a participar, empezando por exigir servidores que en verdad sirvan, a diferencia del nefasto titular de la CFE, Manuel Bartlett, a quien en 1988 se le cayó el sistema electoral y en 2021 el sistema eléctrico. Porque ya basta de seguir siendo víctimas de los apagones por la irresponsabilidad burocrática de ese monopolio y su criminal ineficiencia. ¿No lo cree usted así…? ¡Ánimo!