Nuevo párroco de Guadalupe, con el reto de evangelizar la religiosidad popular

BUENA NUEVA.- El templo mariano de Nuestra Señora de Guadalupe en Torreón, además de ser uno de los más antiguos de esta Diócesis, es uno de los de mayor arraigo en religiosidad popular, así como de los más visitados y admirados por los fieles católicos tanto de La Laguna de Coahuila como de Durango.

La comunidad, de la cual se encuentran a cargo los sacerdotes misioneros claretianos, se prepara para recibir a su nuevo párroco: se trata del padre Alejandro Cerón Rossainz, quien con 57 años de edad llegará a seguir transmitiendo la Buena Noticia de nuestro Señor Jesucristo.

Sentado en su escritorio, el sacerdote comentó para BUENA NUEVA que desde hace un mes está en tierras laguneras conociendo la historia y trabajo de su nueva comunidad. Agregó que este domingo 8 de septiembre tomará posesión de la parroquia, en una santa misa que celebrará el obispo Luis Martín Barraza Beltrán, a las 13:00 horas, en el marco de la festividad de la Natividad de la Virgen María.

Compartió también que conoce la Diócesis de Torreón (sobre todo el clima y la religiosidad), gracias a visitas pastorales que llevó a cabo años atrás. El cargo del padre se tiene previsto que dure hasta el 16 de julio de 2022, sin embargo la congregación de la que forma parte lo puede reelegir por otro periodo.

¿Quién es el padre Alejandro Cerón?

Nació en 1962 en la Ciudad de México. Es hijo del señor Alfonso Cerón (†) y la señora Yolanda Rossainz, quienes procrearon ocho hijos.

Fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1988. Pertenece a la comunidad religiosa Misioneros Claretianos. 

Cuanta con las licenciaturas de Filosofía y Teología, así como en Teología Bíblica, esta última la estudió en la Universidad Pontificia de México.

Tuvo diversos destinos pastorales, entre ellos una misión en Oaxaca, y la de encargado del templo de San Hipólito en la ciudad de México, donde veneran a san Judas Tadeo. 

Su nombramiento

El sacerdote explicó que el gobierno provincial de su congregación, que es el que coordina los planes, trabajos y traslados, cada tres años lleva a cabo la dinámica de desarrollar cambios trienales de sacerdotes.

El 16 de julio, fiesta de la Virgen del Carmen, se le notificó que sería párroco de la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en Torreón.

La encomienda será un reto

«Me siento contento. Un cambio es un reto, una oportunidad para renovar y mejorar; más sabiendo que la gente de La Laguna es trabajadora y generosa.

»Pido a los fieles paciencia, todo principio es difícil. Mi forma de trabajar es que se llegue a un acuerdo, se cumplan los compromisos, y que las cosas se hagan con transparencia. Que el trabajo se haga caminando juntos con caridad».

Por otra parte, el padre Alejandro señaló que la religiosidad popular siempre implica una depuración de ritos y maneras de ver la relación con Dios y con los santos.

«Un reto será evangelizar nuestra religiosidad popular. El lema sería “A Jesús por María”, es decir, que nuestra fe mariana nos lleve a un compromiso cristiano en la sociedad y en la vida de la familia», recalcó el padre.

Llega con proyectos

El padre Cerón comentó respecto a tres proyectos con los que iniciará su trabajo pastoral:

1. Llevar a cabo los trabajos, acciones y formas de la parroquia que son sanas, rectas y van de acuerdo con las directrices de la Diócesis y del trabajo de los laicos.

2. Ruptura, pues normalmente cuando llegan personas nuevas después de un tiempo, nos vamos acostumbrando a ciertas mañas, vicios, situaciones que no son correctas y tenemos que romper con ellas.

3. La novedad de poder ofrecer lo que tiene para dar uno, a la parroquia, a los laicos y a la misma Diócesis.

«La Biblia así camina: continuidad, Antiguo Testamento; ruptura, Nuevo Testamento; y la novedad de Jesús, quien dio vino nuevo para odres nuevos», explicó.

El consejo parroquial

Como parte de la continuidad del trabajo en la parroquia, el nuevo párroco informó que ya se tiene conformado un consejo, el cual lo integran cuatro sacerdotes claretianos y un representante por cada grupo que sirve en la iglesia.

Como vicarios estarán los sacerdotes: Abimael Musagato, quien es originario de Indonesia; el padre René Morales Quiroga, quien es el superior de la comunidad y que además es nacido en Torreón.

Hace aproximadamente 20 años, el padre René fue párroco de Guadalupe, por lo que viene a aportar experiencia a esta nueva encomienda.

También el padre Rogelio Carmona Núñez, otro originario de Torreón, formará parte de este equipo de trabajo.

¿Qué pasó con el administrador parroquial?

En enero de 2019 se nombró al padre Miguel Portugal como administrador parroquial de la Parroquia de Guadalupe. Ahora, el sacerdote fue destinado a la misión que se tiene en Costa Chica, con los afromexicanos.

«Es una misión que se abrió en 2019. La congregación estuvo 29 años en lo que se dice la puerta de la Costa Chica, lo que es Santa María de Zacatepec, cerca de Putla, Oaxaca. Luego, se trasladaron a una zona más necesitada denominada Santa María Cortijos, en donde ahora se atiende a dos parroquias: San Juan de la Cruz y San Juan Bautista Lo de Soto; comunidades donde hay indígenas, mestizos y afromexicanos. El padre Portugal fue destinado como superior de la comunidad de aquella localidad para este trienio». 

Desafíos que enfrenta la Iglesia católica mexicana actualmente

«Como dice el Papa Francisco, ser una Iglesia en salida; no podemos conformarnos con los fieles que se tienen “cautivos”.

»Se debe abrir las puertas y salir a buscar a los fieles, no tanto como los que buscan puerta a puerta, sino en la renovación de nuestro ser cristianos. Estamos inmersos en un mundo lleno de corrupción, que ya es parte de la vida cotidiana.

»Debemos comprometernos desde el corazón, con la vida, la ecología, los excluidos y los  descartados y con ello volver a ser una Iglesia creíble en el mundo. Que sea una verdadera luz del mundo y sal de la Tierra», concluyó el sacerdote.