Primer centenario de la Parroquia del Carmen

(Parte I)

Por: Pbro. Francisco Javier Gómez Orozco

BUENA NUEVA.- Este mes estaremos recordando los 100 años de la Catedral de Nuestra Señora del Carmen como parroquia, pues el 1º de mayo de 1920 fue erigida como tal. Además, nuestra Señora del Carmen es patrona de la Diócesis de Torreón, por lo que en las siguientes ediciones de BUENA NUEVA compartiremos la historia de tan importante templo mariano.

Se erigió en pleno clima de la Revolución 

He escrito que el nacimiento de la Parroquia del Carmen se desarrolló en pleno clima de la Revolución Mexicana. Esto es significativo por las grandes dificultades que se vivieron en materia de culto y libertad religiosa,  en particular contra la Iglesia católica.

Habían pasado apenas unos años después de la Reforma, cuando se presentó el primer ataque duro contra la Iglesia en México, con la Constitución de 1857 promulgada por Benito Juárez y  su cámara de masones. Posteriormente y con la aparición de la dictadura de Porfirio Díaz, hubo un periodo de tranquilidad y paz al cual muchos historiadores dieron el título de «tolerancia», durante el cual la Iglesia pudo medio reponerse y empezar de nuevo su tarea evangelizadora con un poco más de libertad.

Poco tiempo duró el gusto; apenas entrada la primera década del s. XX, nuevamente empezaron las hostilidades contra la Iglesia católica. La paz porfiriana nunca estuvo bien organizada ni fue resultado del funcionamiento real de las instituciones. Se podría decir que Díaz utilizaba a las instituciones, y entre ellas a la Iglesia, para sus fines. 

La Iglesia mexicana quedó maniatada, limitada y presionada en el ejercicio de su libertad religiosa. Todo el país y los fieles católicos se vieron sacudidos e impotentes ante los embates de esta nueva generación de enemigos de la Iglesia, los «modernistas». 

El delegado apostólico en México, Tommaso Boggiani, por ser el representante del Papa en este país, fue expulsado y a su salida rumbo a los Estados Unidos escribió al secretario de Estado del Papa sobre la compleja situación de la Iglesia mexicana en esos momentos, sin posibilidades de un acercamiento del Estado mexicano con la Iglesia. En su misiva emitía un duro juicio hacia los gobernantes mexicanos: «No tienen como meta el bien de la nación, sino solo la ventaja personal y privada». En su opinión, el liberalismo había viciado profundamente la parte culta del país y no pocos se habían vuelto a las filas liberales juaristas de la Reforma y se habían acostumbrado a ver a la Iglesia en un estado servil y de menosprecio.

Aunado a la situación política de indiferencia y beneficio personal; del ateísmo gubernamental y de las escuelas públicas; de la escasez de clero celoso, aún de muchos obispos; de la pobreza; la falta de vías de comunicación; la extensión de diócesis con poblaciones crecientes; de la poca administración de sacramentos y de visitas pastorales; y hasta la falta de unidad entre los mismos obispos; hacían que el retrato de la Iglesia pareciese muy deforme y con muy poca esperanza de cambio, según el delegado Boggiani.

Torreón, desde 1914, con la presencia de Villa y al mando de unos 30,000 hombres de su famosa División del Norte, se convirtió en centro estratégico y de operaciones revolucionarias, con todo lo que eso significa en todas las áreas de la convivencia social y, por supuesto, religiosa.

Es en esta etapa de la vida social y política del país que nace la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen. El obispo de Saltillo, don Jesús María Echavarría, se encontraba en el exilio por los embates de la Revolución Mexicana; pero viendo las necesidades espirituales de sus ovejas, decidió elevar el templo del Carmen a vicaría fija en tanto que se apaciguaban los problemas ocasionados por la Revolución.

Continuará…