Que nunca se deje de anunciar la BUENA NUEVA

BUENA NUEVA.- La pandemia por COVID-19 vino a cambiar la vida de todos los seres humanos. El sector laboral ha sido de los más dañados, pues miles de negocios independientes, empresas, fábricas, etc., han cerrado sus puertas por falta de recursos económicos que permitan su oportuna operación. 

Esta crisis sanitaria llegó también al Departamento de Comunicación de la Diócesis de Torreón. Con 36 años de vida, el periódico diocesano BUENA NUEVA en su forma impresa, dice adiós (por lo menos temporalmente). Su nueva manera de informar será digital, con menos contenido y presencia, pero con el compromiso de dar a conocer las actividades más importantes de la Iglesia diocesana. 

Siempre es triste que un medio de comunicación cierre sus puertas, pues un departamento de esta magnitud juega y jugará un papel importante en la manera en la que las masas ven los desafíos de este mundo. 

El Concilio Vaticano II, en su apartado sobre los medios de comunicación social, afirma que «a la Iglesia le corresponde el derecho originario de utilizar y poseer toda clase de medios de este género, en cuanto que sean necesarios o útiles para la educación cristiana y para toda su labor de Salvación de las almas; a los sagrados pastores les compete la tarea de instruir y gobernar a los fieles, de tal modo que ellos mismos, también con la ayuda de estos medios, alcancen la Salvación y la perfección propias y de todo el género humano».

Agradecemos a todos los lectores de nuestro periódico diocesano por acompañarnos durante 36 años. Ahora al laicado le tocará la noble tarea de colaborar en la difusión de información, utilizando de la mejor manera los medios digitales a su alcance, para que nunca se deje de anunciar la BUENA NUEVA de Dios Padre. 

Texto: Carolina Vázquez.