Religiosas y su aporte en la edificación de la Iglesia diocesana
BUENA NUEVA.- Actualmente la Diócesis de Torreón cuenta con 16 congregaciones de la vida consagrada femenina, sin embargo muy pocos conocen su historia, cuándo y cómo llegaron a Torreón, las situaciones por las que atravesaron al establecerse en esta Diócesis, así como el inmenso trabajo que hacen por evangelizar en cada rincón de la Comarca Lagunera.
A pesar de la importancia del trabajo que desempeñan de las religiosas, su labor éste ha sido poco destacado y la feligresía en general conoce muy poco de ellas. Por este motivo, BUENA NUEVA hablará de las congregaciones que están en la Diócesis, ofreciendo algunos datos que pueden ayudar a conocer la importancia de la vida consagrada en el caminar de la Iglesia.
Misioneras de la Pastoral Diocesana
La Diócesis de Torreón nació en abril de 1958 y con ello, se nombró a su primer obispo, don Fernando Romo Gutiérrez. La falta de sacerdotes era inminente y las comunidades requerían atención pastoral.
El primer obispo pidió entonces a Dios Padre la presencia de la vida consagrada femenina para que ayudaran en la evangelización. Fue así como nacieron las religiosas Misioneras del Rosario de Fátima, haciendo presencia en la Diócesis el 17 de marzo de 1959. Su principal labor fue la de catequizar en las comunidades rurales.
Ellas formaban parte de un grupo de religiosas que habían salido de la Congregación Misioneras Catequistas de los Pobres de la ciudad de Monterrey, N.L., quienes en ese tiempo se encontraban prestando sus servicios en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en Gómez Palacio, Durango.
Once años más tarde, don Fernando Romo fundó la congregación Misioneras de la Pastoral Diocesana, la cual se conformó por 21 religiosas entre ellas integrantes de las Misioneras del Rosario, entre junioras y profesas.
Las primeras experiencias apostólicas que se realizaron fueron en Boquilla de las Perlas, Gatas Mochas y La Unión.
Luego, el 15 de agosto de 1983, recibieron el decreto de erección como congregación religiosa de derecho diocesano. En 1987, las religiosas elaboraron su Plan Comunitario con la finalidad de clarificar su ser y quehacer como congregación y como Iglesia, siendo promulgado en 1988.
De inmediato, la congregación tuvo como características el ser misionera, diocesana, pobre y eminentemente mariana. Poco a poco las Misioneras de la Pastoral Diocesana tuvieron presencia en Iztapalapa, México; Nogales, Sonora; Buena Vista, Michoacán; y en Ciudad Juárez y la Sierra Tarahumara, en Chihuahua.
Fuera del país tienen presencia desde 1996 en la Diócesis de Santa Cruz, en Bolivia.
Dentro del trabajo que realizan destaca que catequizan en las comunidades más alejadas de la Diócesis de Torreón. Colaboran según las necesidades pastorales de las parroquias y se ajustan a los trabajos del Plan Diocesano de Pastoral.
Actualmente integran la congregación 12 religiosas. La religiosa más joven cuenta con 28 años de edad, mientras que la hermana mayor cuenta con 84 años de edad. En los últimos cinco años, las religiosas solo han recibido una nueva vocación.