SÍNTESIS DE LA ETAPA CONTINENTAL DEL SÍNODO EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

Narrativa: la fase continental del sínodo en América Latina y el Caribe

1. “Es posible caminar con Cristo en el centro y dejarnos guiar por el Espíritu de Dios. Tenemos la esperanza creciente de vivir ya un nuevo tiempo para la Iglesia”. Esta expresión de uno de los participantes de la Etapa Continental del Sínodo refleja el entusiasmo que despertó el proceso en América Latina y el Caribe y que tuvo como momento central de discernimiento los cuatro encuentros regionales realizados en El Salvador, Santo Domingo, Quito y Brasilia en febrero y marzo de 2023.

2. La preparación de la Etapa Continental comenzó un año antes, con la formación de una comisión que acompañó a los equipos nacionales encargados de animar la Fase Diocesana y que al mismo tiempo fue estableciendo el modo de realización de la asamblea continental, en diálogo la Secretaría General del Sínodo. Luego de unos meses se consolidó un equipo de trabajo integrado por Mons. Miguel Cabrejos (presidente del CELAM), Mons. Jorge Lozano (secretario general del CELAM), P. Pedro Brassesco (secretario adjunto del CELAM), Hna. Daniela Cannavina (secretaria general de la CLAR), P. Francisco Hernández (secretario ejecutivo de Cáritas América Latina), Mauricio López (director del Ceprap del CELAM y nexo con la secretaría general del Sínodo) y Oscar Elizalde (director del Centro para las Comunicaciones del CELAM).

3. La Iglesia latinoamericana y caribeña tiene un camino recorrido de experiencias participativas marcadas por las cinco Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano, el Sínodo de la Amazonía, la Asamblea Eclesial y las estructuras eclesiales de comunión en el continente.

4. Nuestra Iglesia se nutre de la diversidad social y cultural de cada región, lo que es un aspecto por cuidar y fortalecer para consolidar la identidad común y una renovada inculturación del Evangelio en los pueblos. Por eso se decidió que la Etapa Continental tuviera como momento central la realización de encuentros regionales que permitieran una mayor participación, discernimiento y escucha con el fin de aportar la riqueza propia y el modo particular de ser Iglesia.

5. Sobre un total de 400 participantes, se estableció un número de representantes por cada país, proporcional al total de la población, asignándoles también una cantidad estimada de obispos, presbíteros, religiosos, religiosas, diáconos, laicos y laicas. Entre estos últimos se pidió la especial integración de personas que formaran parte de ámbitos que no habían sido lo suficientemente escuchados en la fase diocesana. Finalmente, el CELAM invitó a representantes de sectores de periferia que tampoco habían sido convocados.

6. Los encuentros regionales se realizaron en San Salvador (El Salvador) para la región Centroamérica y México, del 13 al 17 de febrero; Santo Domingo (República Dominicana) para la región Caribe, del 20 al 24 de febrero; Quito (Ecuador) para la región Bolivariana, del 27 de febrero al 3 de marzo; y Brasilia (Brasil) del 6 al 10 de marzo, para la región Cono Sur.

7. En total participaron 415 personas: 96 en Centroamérica y México; 41 en países del Caribe; 92 en la región bolivariana y 177 en Cono Sur. Fueron 65 obispos; 70 sacerdotes; 61 religiosos y religiosas, 16 diáconos y 194 laicos y laicas.

8. Cada asamblea se abrió con un retiro espiritual el lunes por la mañana. Fue un momento de profundo encuentro con el Espíritu donde fue significativo el espacio físico en el que se realizaron: en El Salvador, en la capilla martirial de san Oscar Romero y en Santo Domingo, en la Catedral primada de América. Por la tarde hubo un tiempo para la presentación del proceso sinodal en relación con la Asamblea Eclesial, la explicación de la metodología de la conversación espiritual y la formación de las comunidades de vida con una primera reunión para que sus miembros pudiesen conocerse.

9. Los días siguientes fueron dedicados a reflexionar en torno al Documento para la Etapa Continental y las tres preguntas que éste plantea. El capítulo tercero fue dividido en tres partes, cada día se abordó una de ellas con tres sesiones grupales, una para cada pregunta. Al final de cada jornada se hizo una puesta en común de todas las comunidades como un nuevo momento de discernimiento conjunto. Se recogieron 423 síntesis con intuiciones, tensiones y temas a profundizar en base a lo desarrollado en el DEC. Un equipo del CELAM registró y sistematizó estas propuestas identificando los temas comunes, pero respetando la multiplicidad de voces y sugerencias.

10. El último día las asambleas se dividieron en grupos por vocaciones para releer la experiencia y hacer nuevas contribuciones sobre los horizontes para la siguiente etapa, lo que permitió recibir otros 30 documentos con contribuciones.

11. Al aporte de las regiones se sumó el proceso realizado por algunos organismos pastorales como la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), la Red Eclesial PanAmazónica (REPAM) y la Pastoral Afro, que hicieron un camino propio a la luz del DEC en diversos encuentros y reuniones.

12. Los momentos de espiritualidad marcaron fuertemente cada jornada, permitiendo vivir un clima de encuentro con Dios y un sentido comunitario fraterno más allá de la diversidad de estados de vida, lenguas, cargos o lugares de procedencia de cada participante. Además, los organizadores locales ofrecieron momentos de esparcimiento o intercambio cultural que permitieron afianzar los vínculos de pertenencia a cada región. Cada asamblea culminó con la celebración de la Eucaristía.

13. Del 17 al 20 de marzo tuvo lugar en la sede del CELAM en Bogotá (Colombia) el encuentro para la redacción de la síntesis continental a partir del aporte de todas las asambleas. Fueron convocados integrantes del equipo de reflexión teológico pastoral del CELAM (muchos de los cuales participaron de las asambleas), los facilitadores que llevaron adelante la metodología en cada encuentro y los integrantes del equipo coordinador de la fase continental. Un equipo de dieciséis personas, acompañadas por miembros de la Secretaría General del Sínodo que orientaron el proceso.

14. La redacción implicó discernir a la luz del Espíritu y lo vivido, individual y luego grupalmente, los principales temas. En asamblea se consensuó el esquema y con los aportes ofrecidos, se redactaron por grupos las temáticas, cuidando la inserción de citas que reflejaran las voces escuchadas. El equipo de redacción consolidó el texto final a partir de la lectura conjunta, las correcciones y sugerencias formuladas.

15. El 21 de marzo, en el marco de la reunión presencial de secretarios generales de Conferencias Episcopales, y con la participación online de sus presidentes, se dedicó la jornada para releer colegialmente la experiencia sinodal vivida a partir de su carisma y responsabilidad específicos. En este marco se presentó a los obispos el proceso desarrollado y la propuesta del texto de la síntesis. Luego, reunidos en regiones pastorales, se leyó el documento y finalmente, en plenario, realizaron sus aportes y evaluaciones. El diálogo se enriqueció con la presencia del cardenal Jean-Claude Hollerich S.J., relator del Sínodo; Mons. Luis Marín de San Martín, subsecretario de la Secretaría General del Sínodo; y el P. Giacomo Costa, coordinador de la Comisión Preparatoria del Sínodo.

16. Así, la experiencia vivida en esta Fase Continental ha consolidado el carácter participativo y comunitario de la Iglesia que peregrina en América Latina y el Caribe y le ha aportado nuevas notas a partir de la metodología utilizada, la fuerte impronta espiritual que se ha procurado y la apertura a la escucha de nuevas voces.

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