Todos unidos en Jornada de Oración por la Humanidad

BUENA NUEVA.- El Papa Francisco, junto a la comunidad católica del mundo, se unirá este jueves 14 de mayo a la Jornada de Oración por la Humanidad, en la que todo creyente, sin importar su denominación religiosa, participará con oración, ayuno y realizando obras de misericordia.
El fin es pedir a Dios Padre que termine la pandemia de COVID-19, que tanto ha afectado a la humanidad. La jornada fue convocada por la Comisión Episcopal de Diálogo Interreligioso y Comunión (CEDIC), la cual enfatizó que el llamado es para que todas las religiones se unan espiritualmente, que cada credo rece en sus templos y en sus casas con sus respectivas liturgias e iniciativas.
El Papa Francisco ha explicado que en este tiempo de crisis sanitaria la oración es puente para que se abran las puertas del corazón de Dios. Además ha recalcado que la oración es la más bella expresión de fe en Dios, de confianza en su amor misericordioso.
Tener fe
La fe, señala el Papa Francisco, es tener las dos manos levantadas y una voz que grita para implorar el regalo de la Salvación. El Catecismo de la Iglesia Católica afirma que «la humildad es la base de la oración» (2559). La oración viene de la tierra, del humus –raíz de la que deriva «humilde», «humildad»–; viene de nuestro estado de precariedad, de nuestra constante sed de Dios (cfr. 2560-2561).
«La fe es un grito; la no fe es sofocar ese grito, una especie de “ley del silencio”. La fe es la protesta contra una condición dolorosa de la cual no entendemos la razón; la no fe es simplemente sufrir una situación a la cual nos hemos adaptado. La fe es la esperanza de ser salvado; la no fe es acostumbrarse al mal que nos oprime» (Papa Francisco, audiencia general del 6 de mayo de 2020).
Búsqueda sincera de Dios
El ayuno, por su parte, es la privación voluntaria de comida durante algún tiempo, y cuando es por motivo religioso, es un acto de culto ante Dios. Junto con el desierto y la oración, el ayuno parece ser una de las mediaciones privilegiadas de todo tiempo penitencial, de revisión de vida y de búsqueda sincera de Dios.
¿Cuáles son las obras de misericordia?
Hay catorce obras de misericordia: siete corporales y siete espirituales.
Obras de misericordia corporales:
1) Visitar a los enfermos.
2) Dar de comer al hambriento.
3) Dar de beber al sediento.
4) Dar posada al peregrino.
5) Vestir al desnudo.
6) Visitar a los presos.
7) Enterrar a los difuntos.
Obras de misericordia espirituales:
1) Enseñar al que no sabe.
2) Dar buen consejo al que lo necesita.
3) Corregir al que se equivoca.
4) Perdonar al que nos ofende.
5) Consolar al triste.
6) Sufrir con paciencia los defectos del prójimo.
7) Rezar a Dios por los vivos y por los difuntos.