Patrona de las madres, de las viudas y de las esposas cristianas

CODIPACS.- Cada 27 de agosto, la Iglesia Católica celebra a santa Mónica. Nació en Tagaste, en la actual Túnez, (África), en el año 331. 

Modelo de mujer creyente: así conocemos a santa Mónica. Se casó a los 23 años con Patricio, un hombre pagano de carácter difícil. Fue madre de Agustín, obispo de Hipona, Padre de la Iglesia.

Combinaba una inteligencia vivaz, una personalidad fuerte y una profunda sensibilidad. «Femenina en apariencia, viril en la fe, eterna en la calma, maternal en el amor, cristiana en la piedad», la describe su hijo en las Confesiones (IX, 4, 8).

Mónica permaneció fiel a su vocación de esposa cristiana, guiándose siempre por los valores evangélicos. Con paciencia, dulzura y oración logró aplacar el temperamento de su esposo, quien acabó convirtiéndose al cristianismo poco antes de morir.

Sin embargo, el dolor más profundo de Mónica fue ver a su hijo Agustín alejarse de la fe. A pesar de sus súplicas incesantes, sus lágrimas y oraciones constantes, durante años Agustín pareció permanecer insensible a la gracia.

No obstante, la fidelidad inquebrantable de aquella madre, unida a su vida de oración, acabó dando fruto: la conversión de su hijo.

Después de haber cumplido con fidelidad su peregrinación terrena, Mónica falleció en el año 387. Es venerada como patrona de las madres, de las viudas y de las esposas cristianas.

Fuente: VaticanNews / ACI Prensa.

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