Clase política y ciudadanía: víctimas de sus propios errores

COLUMNA VERTEBRAL

Por Juan Ceballos Azpe

Una actitud que se observa en época de elecciones, como la que estamos viviendo, es la de ciertos políticos que, en el afán de lograr sus objetivos particulares, no les importa traicionar principios ni lealtades. Este fenómeno se observa en todo el país, incluyendo La Laguna donde el chapulineo de un partido a otro o de un cargo público a otro están a la orden del día. Indigna ver a funcionarios que, a pocos meses de concluir su gestión, y a diputados que sólo duraron cinco días en el cargo, no dudan en abandonar el barco para tratar de abordar otro, que podría zarpar en un nuevo periodo administrativo o legislativo, y de esa manera continuar en la nómina, sin importarles defraudar la confianza de los votantes.

Podemos observar a diputados locales, federales, regidores y funcionarios de todos los niveles que se olvidan del desempeño ético por posiciones personales y se aprovechan del privilegiado lugar que ocupan para seguir lucrando electoralmente, sin que les importe dañar a sus propios partidos y a quienes los eligieron. La máxima que advierte: el pueblo que no conoce su historia está condenado a repetir los mismos errores, se puede aplicar no sólo a la clase política sino a la propia sociedad, que sigue votando por quienes ya los defraudaron. Esos errores deben servir de experiencia para no cometerlos y para no tropezar con la misma piedra, porque en este río revuelto de la política, hay pescadores que buscan ganancias mayores. 

De ahí la insistencia de contar con una ciudadanía más politizada, con mayor capacidad de análisis crítico, con un creciente deseo de participación y con la absoluta disposición a dejar de ser espectadora pasiva de la realidad para convertirse en protagonista activa de los cambios que la patria y la región están demandando. Esa es la COLUMNA VERTEBRAL de la nueva sociedad cuyo despertar transforme al país en general y a La Laguna en particular, por lo que la clase política y la propia ciudadanía deberán darse cuenta de ello y actuar en consecuencia, antes de que sigan siendo víctima de sus propios errores. ¿No lo cree Usted así…? ¡Ánimo!