La sociedad está en una emergencia educativa
Construir una humanidad que revierta la cultura de la muerte
BUENA NUEVA.- El episcopado mexicano emitió un mensaje en relación con los hechos ocurridos el viernes 10 de enero en un centro educativo en la ciudad de Torreón, donde un menor de 11 años de edad desató un tiroteo en su escuela, privando de la vida a su profesora, dejando varios heridos y, finalmente, quitándose su propia vida.
Los obispos de México reiteraron sus condolencias a familiares, comunidad educativa y a la sociedad de Torreón. De igual forma dieron a conocer algunas acciones para lograr una alianza educativa que integre a todos los actores de la sociedad.
¿Qué propone la Iglesia?
La Iglesia de México ofrece de nueva cuenta la reflexión contenida en los documentos de la Conferencia del Episcopado Mexicano: Educar para una nueva sociedad y Que en Cristo nuestra paz, México tenga vida digna.
Derivado de estos esfuerzos, también ofrecen los «Talleres de educación para padres de familia al servicio de una nueva sociedad», así como otras iniciativas para promover el perdón, la reconciliación y la paz.
El Papa Francisco ha desarrollado una reflexión amplia sobre los desafíos de una «emergencia educativa», mismos que ofrecerá como camino para hacer una propuesta de servicio concreto a la humanidad, con el Pacto Educativo Global que se firmará en la Ciudad del Vaticano el próximo 14 de mayo, con líderes provenientes de los sectores académico, social, gubernamental, organismos internacionales especializados en la materia educativa, así como representantes de distintas religiones.
Los prelados recalcaron, además, comprometerse nuevamente a ser una Iglesia que continúe la labor de promover la dignidad humana, a través de la formación de cada persona, atendiendo a su ser que es relación, encuentro y trascendencia.
«Rogamos a Jesucristo, Señor y Maestro, que nos dé la fuerza para escucharlo, seguirlo y participarlo a nuestros hermanos, con claridad y generosidad. A María Santísima de Guadalupe, imploramos su intercesión materna, con gratitud y afecto filial».
Diócesis de Torreón unida en oración
Luego de los lamentables hechos del 10 de enero, el obispo de Torreón, Mons. Luis Martín Barraza Beltrán, pidió a la comunidad lagunera unirse en oración por las víctimas mortales y las heridas en esta tragedia.
«Elevamos a Dios nuestras oraciones por el eterno descanso de una docente y un alumno del Colegio Cervantes de nuestra ciudad. Escuchar estas noticias, nos llena de dolor y nos hace elevar al Cielo nuestras miradas, para encontrar el consuelo y la paz.
»[…] Esforcémonos cada día, para que la unión familiar y el diálogo nos permitan construir nuevas relaciones basadas en el amor y respeto a los demás», pidió el señor obispo.
Líneas de reflexión
1.- La educación es una tarea de todos, no solo de las instituciones escolares. Educar requiere una alianza social que nos permita construir una «aldea educativa» en la que cada persona pueda comprender el sentido de su misma persona, el entorno natural y cultural del que participa, así como de las instituciones humanas básicas (familia, organismos intermedios, empresa, gobierno, comunidad internacional, sindicatos, etc.), con el fin de que sepa encontrarse en ellas y las promueva. Es urgente concentrarse en los destinatarios de la educación, que son los niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
2.- Educar es una tarea que implica, principalmente, formar de manera integral la vida interior del ser humano: su razón e inteligencia, afectos y pasiones, memoria, imaginación, en una dinámica humana, cercana y solidaria. Por lo tanto, nuestra tarea es recuperar la centralidad de la persona humana en la vida educativa de la familia, la escuela y la sociedad.
3.- Llamamos a los padres de familia a renovarse en su responsabilidad de ser los primeros educadores de sus hijos, y dialogar en todo momento con las autoridades escolares, con el fin de articular un seguimiento continuo y permanente sobre los contenidos y métodos educativos para respaldarse mutuamente en sus tareas.
4.- Es urgente dedicar los más altos y mejores recursos humanos y materiales a la educación, principalmente en el ambiente familiar, escolar y social. Hoy nuestros niños y jóvenes requieren una alianza educativa entre el mundo académico formal y el no formal, en el que se encuentra el desarrollo del arte, el deporte, el escultismo, la vida religiosa y cultural. Ellos necesitan en su tiempo no escolar, de estos espacios para encontrarse en relación, diálogo y constante encuentro con los demás, en donde puedan verificar su existencia en el bien, la verdad y la bondad.
5.- A los maestros, protagonistas insustituibles de la educación formal, les expresamos nuestra más alta estima, y les llamamos a renovar su vocación de servicio y de entrega, impulsando esfuerzos de legítima asociación y promoción para responder de mejor manera ante este cambio de época que nos toca vivir.
6.- Como sociedad global, tenemos el gran desafío de construir una humanidad que revierta la cultura de la muerte, con sus múltiples expresiones (corrupción, violencia, consumo, destrucción del planeta, indiferencia, desprecio de la vida humana, entre otras), en una cultura de la vida, el cuidado, la solidaridad y la restauración de las relaciones humanas, el planeta, la democracia y el pleno Estado de derecho.
Fuente: CEM.